16.8.08

Puaj

El otro día llegué a mi casa re cansada a la noche, después de haber estado desde la mañana hasta las 8 de la noche en capital, pensando en nada más que la cama. Junté fuerzas y me fui a lavar los dientes antes de pasar al otro mundo placentero de los sueños. En pleno acto me doy cuenta de que mi nuevo cepillo de dientes de hace dos semanas se sentía muy blandito para el poco tiempo que hace que lo tengo. Me lo saco de la boca y veo lo terrible: NO ERA MI CEPILLO. kjhdkajshkljskljl.



ajsdhasjkdhjkad.