27.10.07

Ojos Cerrados

Quiero compartir, aunque sea un poquito de lo que experimenté ayer, casi sin darles información, solo con la intención de despertarles la curiosidad y que se aventuren. Porque lo de ayer lo puedo explicar como una aventura, una experiencia mística, un flash loco, un escalofrío, una sonrisa constante, un despertar... UN DESPERTAR.


Viernes, 23 hs, Centro Holístico Sendas del Sol. Llegamos, yo sin saber adónde. Él me propuso una salida así, sorpresa... Yo pensaba que íbamos a algún teatro o a ver alguna varieté. Hay gente en la puerta, todavía no nos dejan entrar; hay expectativa en el ambiente. "¿Qué es?", yo preguntaba cuando vi que la puerta no era nada parecido a una entrada a un espectáculo, sino más bien un lugar donde es practica Yoga, Reiki, Medicina Ayurveda, y otras terapias holísticas. Buscaba alguna señal de cartel por afuera, pero nada.

Para matizar la espera, ya se comienza a oler incienso.

Entonces por fin abren las puertas. "Si, dos por favor" dijo él. Yo alcancé a pispear un volante: Ojos cerrados, un espectáculo sensoroperceptivo. Levanto la vista y la chica ahí sentada me estira la mano con algo así como un antifaz de tela acolchonado, color violeta, el color del cambio dicen. A mi se me acelera el corazón, veo una estatua del Siva danzarín, libros de maestros, tengo que hacer pis... tengo que hacer pis antes de entrar. Cuando salgo del baño, ya está todo listo para que entremos. Se nos indica subir por una escalera, de a uno, del lado de la baranda. A mitad de la escalera se lee un cartel: "OJOS CERRADOS A PARTIR DE AQUÍ", lo que indica que ya es el momento de vendarse los ojos y entregarse completamente a la experiencia. Y es eso, entregarse, sin ningún tipo de resistencia, dejar que vayan naciendo las sensaciones, que fluya la energía que hay en ese espacio increíble privilegiado por la experiencia emocional sobre la artística, dejarse llevar a un mundo
dónde se quiebre de la percepción ordinaria, provocado por la prioridad de otros sentidos al de la vista, generando el despertar de la conciencia a mundos internos desconocidos. Hay, por lo tanto, tantas obras como espectadores presentes.
A partir de acá, prefiero guardarme lo mío para mi, lo que dejé en ese lugar, y lo que me traje conmigo.

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