25.3.08

Quería un descanso. Porque entre la depresión post recibirse, que hace mucho que no veo a mis amigas, que internaron a mi abuela, y no se, muchas responsabilidades encima, me bajoneé.
Mal.
Entonces me fui a lobos, medité al lado de la laguna, con el ruido de los patos, del agua, del viento. Tuve algunas respuestas, una luna llena roja gigante, y mucho silencio.
Y volví enferma, pero porque a veces hay que limpiarse de muchas cosas de adentro para poder cambiar lo de afuera.

Pasarán estos días como pasan todos los días malos de la vida.
Amainarán los vientos que te arrasan.
Se estancará la sangre de tu herida.
El alma errante volverá a su nido.
Lo que ayer se perdió será encontrado.
El sol será sin manchas concebido,
Y saldrá nuevamente en tu costado.
Y dirás frente al mar:
“¿Cómo he podido, abnegado, sin brújula y perdido
llegar a puerto con las velas rotas?”
Y una voz te dirá:
“-Qué, no lo sabes?
El mismo viento que rompió tus naves
Es el que hace volar a las gaviotas".


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