26.7.08

Qué semanita

El maldita lunes estuve en el centro todo el día, desde la mañana hasta la noche, cosa que no es parte de mi rutina. Por desgracia el lunes al mediodía llovió, y yo justo tuve que ir con las zapatillas de tela. Se me mojaron las zapatillas y las medias, y como tampoco había agarrado de los mejores paraguas de mi casa sino que el que encontré en mi camino a la puerta (a las apuradas porque siempre pongo el despertador con el tiempo justo para hacer todo lo que tengo que hacer antes de salir, y siempre me quedo durmiendo un par de esos "5 minutos más"), también me mojé el pantalón y parte de la mochila donde llevaba cosas importantes y ajenas, que me habían prestado de favor.

Bueno, un bajón eso. Deci que después estaba en una galería, esperando que la lluvia pare y tratando de ubicarme para dónde tenía que ir para llegar a una clase, ahí estaban, en el piso a menos de un metro, la brillante moneda de un peso. "Pequeña alegría", pensé.

El martes arrancó, suavemente, pero ya para cuando llegó el miércoles y hasta hoy mismo, sábado, tuve que cancelar cuanto tenía que hacer, culpa de la maravillosa faringitis que me pesqué. Y la peor parte no es eso, sino qué, además de que tengo que quedarme con el culo quieto en mi casa (cosa que no me cabe para nada), ayer a la noche, después de días de fiebre, me atraganté con mi propio moco, no podía respirar y entré en desesperación por unos segundos. Pero no pude largar ningún conglomerado de mucosidad, hasta el día de hoy: se repitió el mismo episodio de atragantarme con mi propio moco, pero esta vez lo pude escupir, del tamaño de mi mano y bien negro. Dos veces.

-->Pido disculpas por el desagradable contenido de este post, pero con alguien me tenía que descargar.<--

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