"En la naturaleza, tanto la destrucción como la creación se complementan. Son dos pasos, como el día y la noche. Todos los valores opuestos de la naturaleza danzan juntos. Así ha sido desde el inicio. Así continuará hasta el final."

Cuando todo es destrucción, no podemos ver la creación. Cuando todo es creación, no podemos creer que exista la destrucción. Igualmente, entendamos destrucción y creación, al igual que oscuridad y luz, maldad y bondad, o una de cal y una de arena. El equilibrio se logra cuando entendemos que nuestra vida ya existe, que los eventos que suceden son inevitables (o inevitablemente evitables) y entonces por fin podemos aprovechar para madurar espiritualmente desde nuestras experiencias. Aprender, vivir con amor y agradecimiento, respetar a la vida y a los demás, y tener la libertad para hacer lo que se cante de lo bueno y lo malo. Digo, así pienso yo.