Mi gurú, el Gran Luis, ha hablado:

Extrañamente lo se, pero últimamente todas esas cosas de las que me voy dando cuenta momento a momento ya no son el centro de mi atención,
más allá de que si son el hilo constante que me conduce por el mundo y me conecta a él.
Es así, el centro de mi atención ya no es el centro de mi vida (y me reservo las consiguientes reflexiones para otro momento) (menos aturdido... je je).
Extrañamente (también) estoy disfrutando de lo mismo que todos, pero sé perfectamente que no es por el mismo motivo que el de ellos (tomando, claro, el motivo como algo que en realidad es inconstante y eterno, al menos eterno en las condiciones que así lo permiten ... bah, yo me entiendo).
No se que tan bueno o malo sea este lugar, pero hay aqui algo que sobra.
Posibilidades parecen ser.
¿De qué? De todo.
Yo me voy...
Aquí se quedan todos, con sus vidas, destinos y causalidades.
No, no en este boliche. En este planeta, digo.