Qué lindo el blog! Hace mucho que no escribo acá pero ojalá pueda activar ahora que en el duplex evolucionamos y tenemos internet. Vivir sin teléfono, internet ni cable no es para tanto tampoco, pero después te copa cuando hay.
La vida va bien, aunque estoy en un momento especial de maduración, tratando de entender en mi misma lo que observo con mis ojos y siento con mi energía. Es loco. Me encuentro en situaciones que solían ser agradables, sintiendo una energía que ahora choca con la mía, y entonces estoy decidiendo alejarme, porque de lejos se ve mejor la perspectiva de todo. Me estoy desilucionando con muchas cosas y personas, pero también estoy descubriendo otras cosas que pesan más que las desiluciones, y eso me llena mucho más. Todo es mente, creer es crear, y ese tipo de asuntos que uno cree que entiende, pero el entendimiento no tiene nada que ver con el tema. Hay que sentirlo, vivirlo, hacerlo realidad. No alcanza ya con hablar, hay que hacer. Y hay que ser más humilde también, para ver el maestro en el otro, en lo otro, en todas las cosas y en uno. La superficialidad es algo que ya no me fumo, aunque yo también sea superficial muchas veces. El egocentrismo, el egoísmo, el desamor. Todo eso es el dolor. Y, si es que pasa, cuando llegue el día en que todos lo entendamos, en que empecemos a hacer en vez de esperar que el otro haga, en que dejemos de juzgar y empecemos a tratar de ser lo mejor que podemos ser, la mejor versión de uno mismo, entonces, va a ser groso. Pero bueno, para eso primero hay que acordarse realmente de quienes somos: no de qué hacemos, no de cuál es nuestro hobby, o nuestra profesión, o nuestro color de pelo, o nuestro título. QUIÉN SOS, en esencia, qué sos, en naturaleza, y a qué encarné en este cuerpo y en esta realidad, para hacer qué, para lograr qué, para aprender qué, para enseñar qué.

Ojalá mis compañeras de blog y yo comencemos, a partir de hoy, a ser lo mejor que podamos ser, todo el tiempo.

Ojalá mis amigas y yo nos recordemos, cada una individualmente, y cada una también a la otra, porque seguro que por algo vinimos todas juntas a este momento del planeta, a este lugar y a estas circunstancias... y seguro que fue para hacer algo groso todas juntas.