La mudanza

Las expectativas eran pocas. Hasta que un día despierto con un mensaje de Pequeña Zorra que decía algo así como que qué me parecía mudarnos a un duplex. Nada fue tan fácil cómo creímos, pero pasó la obra, las amenazas de desalojo y las trabas, y finalmente llegamos a lo que ahora se volvió nuestra nueva casa.
Qué difícil es mudarse! Nunca lo había hecho, toda la vida viví en la misma casa, con la misma familia, con las mismas normas de convivencia. Traer todas las cosas fue lo más caótico, y todavía falta más por traer. Pero acá estamos.
Vivimos de lujo, tengo tiempo de sobra para trabajar y hacer todas las cosas que hacía en mi vieja casa, y más. No se por qué, pero se ve que la tranquilidad de un espacio propio hace que me ordene mejor.
Hoy di mi primer clase de Yoga y sesión de Reiki en casa. Nuevo alumno: Cayetano, 75 años aproximadamente, bastante tano, un divino, más sordo que la mierda.Asique tuve que aplicar mi mayor creatividad para que me entienda casi por señas. Interesante. Y Cayetano un genio.

Acá escucho bocha de ruidos raros. Y dormir a la noche me cuesta un poco todavía. Pero estoy feliz, desde que tomé la sana decisión de eliminar a capricho de mi vida, todo mejoró. A veces hay personas que traban el crecimiento personal propio, y en cuanto se toma conciencia de eso, hay que dejar ir. Y digo, cuando se toma conciencia, pero plena conciencia, no esa conciencia mentirosa que piensa "si si este pibe me hace mal, me pone loquilla, no es para mi" pero después se tira a la pileta por más agua sucia que haya. Conciencia plena, cuando uno ya no puede volver ni a la persona ni a la situación desastrosa, porque ya hasta el cuerpo te lo impide, y se da naturalmente. Y se puede eh!, te lo digo yo, que me metí en una oscuridad muy profunda, pero de a poco, ya casi que termino de salir.

Ah, lo último. Con mi amiga Pequeña Zorra se vive genial.